EL USO DE AUTOANTICUERPOS EN EL DIAGNOSTICO DE HEPATITIS AUTOINMUNE (AIH)

EL USO DE AUTOANTICUERPOS EN EL DIAGNOSTICO DE HEPATITIS AUTOINMUNE (AIH)

La hepatitis autoinmune (AIH), es una inflamación crónica progresiva del hígado, la cual se caracteriza por ictericia, fiebre, dolor en el cuadrante superior derecho y síntomas sistémicos tales como artralgia, mialgia, poliserositis y trombocitopenia. La etiología de la enfermedad es desconocida aunque se sospecha que los factores genéticos juegan un papel importante. La enfermedad es más común en mujeres que en hombres.

No existe una prueba única estándar para la AIH. El diagnóstico se hace en base a varios criterios, incluyendo síntomas clínicos, la presencia de auto anticuerpos circulantes, hiper gama globulinemia, niveles elevados de transaminasas séricas y en la población caucásica, asociación de alelos antigénicos leucocitarios humanos HLA B8, HLA DR3 y HLA DR4. Los auto anticuerpos se encuentran en aproximadamente el 90% de los sueros de pacientes  y los auto anticuerpos contra los siguientes antígenos son marcadores diagnósticos importantes para la AIH: antígeno hepático soluble/antígeno pancreático-hepático (SLA/LP, patognomónico), microsomas hepáticos-renales (LKM-1), antígeno hepático citosólico tipo 1 (LC-1), nucleares (ANA), músculo liso (ASMA) y granulocitos (pANCA). La AIH en algunas ocasiones se clasifica de acuerdo al estatus del auto anticuerpo: subtipo I (ANA, ASMA), subtipo II (anticuerpos contra LKM-1 y LC-1) y subtipo III (anticuerpos contra SLA/LP). Sin embargo, esta clasificación nunca ha tenido relevancia clínica, terapéutica o pronóstica.

El diagnóstico de AIH también se basa en la exclusión de otras posibles enfermedades. Debido a que la AIH y la Hepatitis crónica viral presentan síntomas similares, se determinan los anticuerpos contra el virus de la hepatitis B y C para distinguir la causa viral de la enfermedad.

La diferenciación de una hepatitis viral y la autoinmune es crítica para la hepatología clínica: el efecto de un tratamiento incorrecto de AIH con interferon puede ser tan malo como una terapia inmunosupresora para una infección viral. Los anticuerpos anti mitocondriales (AMA) también se investigan para excluir la posibilidad de una cirrosis biliar primaria (PBC): Los AMA son altamente específicos para la PBC, presentando una prevalencia por arriba del 95%. Sin embargo, aproximadamente del 10-20% de los pacientes con PBC desarrollan una AIH secundaria y en estos casos se deben detectar los anticuerpos característicos para ambas enfermedades. El daño hepático inducido por drogas o causado por alcoholismo se puede excluir mediante cuestionamientos cuidadosos al paciente.

Rastreo de Auto anticuerpos utilizando IIFT

La prueba de inmuno fluorescencia indirecta (IIFT) utilizando cultivos celulares o secciones de organos/tejidos como substratos antigénicos se consideran como el estándar de oro para la detección de auto anticuerpos en AIH. Una combinación de substrato de células HEP-2, riñón y estomago de rata, hígado de mono, hígado de rata y corazón de mono es óptimo para la detección de ANA, ASMA, ANCA, AMA y anticuerpos contra antígenos hepáticos tales como LKM-1, proteína específica hepática (LSP) y antígeno membrana-hepático (LMA). Muchos de estos anticuerpos se pueden identificar en más de uno de los substratos mencionados. Por lo tanto, los patrones de anticuerpos observados en un substrato se pueden confirmar en otros, proporcionando seguridad adicional en la evaluación de los resultados. La detección de puntos nucleares o membranas nucleares (patrones ANA) ó AMA indican que el paciente está sufriendo de PBC en lugar de AIH.

La identificación reciente de nuevos Auto anticuerpos blanco en la AIH, ha ampliado el rango de parámetros predictivos positivos disponibles para el diagnóstico de esta enfermedad. Un diagnostico confiable de AIH es esencial ya que este procedimiento sin tratar rápidamente, desarrolla una cirrosis hepática y posteriormente una falla hepática para la cual el transplante puede ser la única opción.

Una severa AIH podría causar la muerte en un lapso de 10 años. Actualmente con un diagnostico temprano y un tratamiento adecuado con bajas dosis de agentes inmuno supresivos como la azatioprina, los pacientes pueden tener una calidad y esperanza de vida normal. El uso de azatioprina evita los efectos colaterales asociados con el tratamiento de la cortisona. Los pacientes quienes exhiben auto anticuerpos contra la SLA/LP parecen responder particularmente bien a la terapia inmunosupresiva, haciendo a este nuevo marcador específicamente valioso para el diagnóstico de AIH.

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